jueves, 18 de septiembre de 2014

Mi centemalma...

Cuando decoré el primer malma nunca imaginé que llegaría (y pasaría) de la centena. En este tiempo he pasado auténtico terror cuando en una de mis múltiples visitas al IKEA vi el tan buscado como odiado cartel de "últimas unidades". EN MIS MALMAS NOOOOOOO.

Me llevé todos los que quedaban con un síndrome de abstinencia provocado incluso antes de que desaparecieran. No me resignaba a no volver a poder decorar los espejitos SNIFFF y en las siguientes visitas miraba con nostalgia el rincón donde siempre estaban colocados usurpado su lugar por unos de colores tan poco tuneables como un ventilador (síndrome del miembro ausente).

Mientras tanto los que había comprado se morían de aburrimiento en la buhardilla. No me atrevía ni a tocarlos porque no soportaba quedarme sin ellos. Hasta que un día y sin esperarlo volví a ver espejos malma.... Me frotaba los ojos, no podía creer que los hubieran vuelto a poner a la venta. Me acerqué con miedo a que fuese un espejismo (síndrome del sueño que paso) y allí estaban!!. Con un material más plástico, un cuadrado interior más redondeado.. pero malmas al fin y al cabo.

Y así pude seguir aumentando mi número de espejos hechos hasta llegar a este que suma... TACHÁN, TACHÁN.. el número 100!!!!!.

Aquí me han dejado tema libre pero como la niña se llama Luna, qué mejor que centrar la decoración en el satélite del mismo nombre. El color morado le encanta a su madre así que lo he hecho en estos tonos. Todo está pintado en acrílicos y como siempre detallitos en gomaeva.

Y ahora.... a por los 200.





viernes, 5 de septiembre de 2014

Para la abuela Loli

Y este post será un homenaje a todas esas abuelas y abuelos que tanto nos ayudan en el cuidado de nuestros hijos. En un país en el que no existe conciliación laboral y familiar sería bastante complicado tener hijos y trabajar si no fuese por los abuelos. Por muchas combinaciones que se hagan los días de vacaciones dan para lo que dan y en ningún caso se estiran hasta los casi tres meses al año en los que los peques no tienen cole (eso sin contar los días que están enfermos... que no son pocos). Y ahí es donde los pobres abuelos sacrifican su más que ganada vida contemplativa para echarnos una mano (nos salvan la vida).

Loli es una más de las muchas abuelas que participan en el cuidado de sus nietos. Para su cumpleaños, los niños querían regalarle algo especial y la madre de los peques (y a su vez hija de la cumpleañera) me encargó un cuadro con dos fofuchos que representasen a los niños. En unas pizarras irían el nombre de cada uno. Me envió una foto y con ella personalicé la vestimenta.

Así quedó el invento:




La fofucha mini-yo de Alex con su pizarra. Alejandra es una guapísima niña con pelo castaño rizado. La vestimenta original es más rosada pero la hice en naranja para que combinase con la de su hermano. He de decir que las sandalias de la cría son ideales ;)



Diego es un año más pequeño que su hermana y tan guapísimo como ella. Pelo cortito, polo naranja y bermudas jean.


Primer plano de las fofuchas mini-yo.



Y aquí tenéis la foto que me envió su madre. ¿Veis lo que os decía de las sandalias? Ideales de la muerte.
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