Siempre que acaba el curso (si es que dispongo de tiempo) me gusta tener algún detalle con las personas
que han sido partícipes de la formación de mi hijo durante el año escolar. Sé que hay detractores
y defensores de esta “práctica” si es que se le puede llamar así. Para mí hay
ciertas profesiones que sólo deberían ejercerse con vocación y entre ellas se
encuentran todas las relacionadas con la salud o aquellas que requieren estar con
niños o ancianos.
He podido comprobar a lo largo de los años que la gran mayoría de las personas dedicadas a la educación infantil o primaria (no así la educación universitaria) ejercen su trabajo con vocación y dedicación por lo que el hecho de preparar algo para los profesores y monitores no lo considero como un premio a alguien que simplemente está desarrollando su trabajo sino un detalle de agradecimiento para unas personas que están viviendo y sintiendo su profesión.
He podido comprobar a lo largo de los años que la gran mayoría de las personas dedicadas a la educación infantil o primaria (no así la educación universitaria) ejercen su trabajo con vocación y dedicación por lo que el hecho de preparar algo para los profesores y monitores no lo considero como un premio a alguien que simplemente está desarrollando su trabajo sino un detalle de agradecimiento para unas personas que están viviendo y sintiendo su profesión.
…Cómo no agradecer a esa tutora que ha estado día tras día
apoyando la evolución de los niños, potenciando sus valores y conocimientos,
reforzando positivamente sus aptitudes y actitudes y haciéndoles progresar
mientras crecen.
…Cómo no agradecer a quien les ha hecho ver el inglés como
un juego, a quien lucha porque los niños sean niños, a quien considera como un
error que los peques de ahora no se descalabren y no tengan las rodillas
marcadas porque eso indican que no les dejamos ser lo que son (gracias Teacher
y suerte en tu nueva aventura)
...Cómo no agradecer a ese profesor que les enseña a amar la
música, a amansar a las fieras con las notas, a sacar el lado más sensible de
cada niño.
..Cómo no agradecer a quién les hace moverse, tener coordinación
y canalizar esa energía de la que van sobrados.
... Cómo no agradecer a quien les refuerza algo tan importante
como el lenguaje, la expresión oral y escrita o las matemáticas.
..Y por último, cómo no agradecer a esas monitoras de comedor que
tienen que pelear con nuestros hijos para que se sienten correctamente en la
mesa, para que sus modales a la hora de comer sean adecuados, para que prueben
toda clase de alimentos… en definitiva, para que complementen la educación que
los padres les inculcamos en casa.
Yo particularmente les estoy agradecida porque mi hijo vaya
cada día con una sonrisa al colegio y porque al recogerlo siempre me diga que
se le ha hecho corta la estancia.
Y ahora toca descansar.
Y ahora toca descansar.
Si queréis ver el tutorial de las tazas lo tenéis en el siguiente enlace:
Deciros que en esta ocasión he utilizado rotuladores de Edding específicos para cerámica y no pueden gustarme más. Permite rectificar de una manera cómoda y tienen una fijación perfecta al pasar las tazas por el horno no borrándose ni con el uso ni con el lavavajillas.
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