Hace unos meses encontré unos tarritos mini como los de toda la vida. Esos de cristal que se usaban para todo con una goma naranja que protegía los alimentos del interior. Me encantan esos tarros y compré unos cuantos con la idea de darles algún uso para regalarlos. La ocasión la encontré en la última "merienda running". Mis compis de running han pasado a formar parte importante de mi vida y esas tardes se están convirtiendo en unas horas muy agradables donde no sólo comemos (zampar sería la palabra) sino que hablamos, reímos y nos relajamos. Sin niños, sin obligaciones y sin nada más que pasar un rato estupendo.
El montaje es bien sencillo. Botecitos de cristal de los de toda la vida pero en formato mini, Trapillo color fresa, mininubes (deliciosas), y unos cartelitos con el nombre de cada una y una frase motivadora que define perfectamente el running "más fuerte que mis excusas". Las mininubes las he encontrado en una tienda al por mayor de chuches. Tengo la suerte de vivir cerca de una y, aunque el problema es que tengo que comprar bolsas enormes de cada tipo... siempre les termino dando uso y encuentro de todo.
Llenamos el bote de nubes, pegamos los cartelitos con la pistola de silicona, un lazo con el trapillo y en un plis plas tenemos nuestro bote de mininubes. Sencillo, ¿verdad?
He reutilizado la caja de fresas pintada que usé para las tazas running cambiándole la decoración. Simplemente le he puesto trapillo para que vaya a juego con los botes.
Y hasta aquí el "tutorial express". Que tengáis un feliz sábado.
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