No tendría más de doce años cuando en una de las excursiones
que realizábamos en el colegio nos llevaron a Toledo. No era la primera vez que
iba a la ciudad de las tres culturas, pero sí era la primera vez que me
encontraba en una de las puertas laterales de la iglesia de Santo Tomé para
visitar la obra cumbre de El Greco “El entierro del Conde de Orgaz.”
Tengo grabada en mi mente la página del libro de historia
donde aparecía en un tamaño de poco más de 3 centímetros la imagen de ese
cuadro. Cuando atravesé la puerta y me encontré ante esa magnificencia decir
que me asombré es quedarse bastante corto. Es complicado describir lo que sentí
al admirar la obra. De repente me encontré en mi mundo abstraída de cualquier
ruido o runrún que pudiese haber en la sala. El tamaño… ese tamaño inmenso del
cuadro me sorprendió y esos negros tan profundos me estremecieron.
Años después pasé mis años de universitaria en esa magnífica
ciudad y a pesar de haber trabajado unos meses en un edificio vecino nunca
quise volver a ver el lienzo. ¿La razón?. Quizás no destrozar la sensación que
me produjo su visionado.
De tanto en cuanto vuelvo a Toledo a darme un baño de
nostalgia. Paseo por las calles que tantas veces recorrí, por las zonas donde
viví, por la universidad donde tantas y buenas horas pasé y que 20 años después para mi satisfacción
continúa exactamente igual…y por los locales de copas donde alternábamos los
estudiantes.
Qué historia más bonita, yo también recuerdo de forma especial en 3ºbup el viaje a Toledo. Aunque para mí, impresionada me quedé con el Jardín de las delicias, de El Bosco,en un posterior viaje a Madrid. Me perdía en sus innumerables historias de fantasía.
ResponderEliminarCuando te explican un cuadro y ahondan en él, te produce una sensación...
Besos, gracias por compartir tu historia
Leti
Sin pereza
Lo curioso es que ese cuadro tiene todos los ingredientes para que no me guste. Oscuridad, muerte (huyo de todo lo relacionado con ella), impresionismo... De hecho los cuadros que me gustan suelen ser surrealistas y minimalistas. Precisamente por ese motivo me choca mucho más la impresión que me produce ese cuadro. No conocía "El jardín de las Delicias" pero el señor Google me ha sacado de mi ignorancia :))
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